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Es indispensable antes de practicar una actividad física visitar al médico.
Escrito para Fitness por Ana Cecilia Becerril
Hoy en día está totalmente demostrado que las personas que practican ejercicio físico constante mejoran su salud y su calidad de vida y llegan a una edad más avanzada en mejor estado de salud general.
Algunos de sus beneficios:
- El ejercicio físico controlado y sostenido nos ayuda a intensificar el bienestar emocional, disminuyendo el estrés, la ansiedad y el sentimiento de depresión. Ejerce un papel preventivo y protector contra las enfermedades cardiovasculares reduciendo el colesterol, aumenta la capacidad pulmonar y previene la hipertensión arterial
- En las enfermedades óseas y musculares, favoreciendo el desarrollo muscular y la flexibilidad de las articulaciones; o degenerativas y cancerígenas, mejorando el sistema inmunológico y aumentando la resistencia a las infecciones.
- Ayuda a controlar el peso y prevenir la obesidad
Antes de ejercitarse:
La actividad física es beneficiosa para todo el mundo, pero en determinadas ocasiones no debe practicarse el ejercicio sin contar con el consejo médico.
Las personas que deberían asesorarse antes de hacer ejercicio son las que presentan situaciones como:
- Problemas cardiovasculares, incluyendo la hipertensión arterial, que para ser descartada requiere tomas regulares de la tensión.
- Problemas respiratorios
- Osteoporosis (será necesaria una densitometría para valorar la densidad ósea).
- Procesos inicialmente banales, como la gripe (que puede requerir no realizar ejercicio hasta que uno se encuentre totalmente recuperado).
- Mujeres embarazadas: hay actividades físicas que deben evitarse.
- Igualmente a partir de los cuarenta años la práctica de ejercicios vigorosos debe abordarse con precaución.
Todas estas situaciones requieren una consulta previa con su médico para evitar problemas añadidos. De todas formas, si se ha mantenido una vida sedentaria, es recomendable un chequeo médico antes de iniciar un ejercicio físico. Las primeras sesiones deberán ser muy suaves y la intensidad irá aumentándose gradualmente.
La consulta con un especialista antes de comenzar la práctica y el chequeo permanente es muy recomendable. El médico deberá revisar según la historia clínica las siguientes limitantes: La edad, los antecedentes personales deportivos, sedentarismo o prácticas anteriores, estado físico, lesiones pasadas, etc.
La historia clínica y estado físico actual: peso, hipertensión arterial, estado nutricional y los objetivos planteados con el ejercicio ya sean competitivos, recreativos o terapéuticos.
Por otro lado, si se tienen los síntomas típicos de la gripe, como dolor muscular, fatiga extrema, inflamación de los ganglios y fiebre, hay que esperar dos semanas antes de volver a empezar una rutina de ejercicios intensa.
La alteración en el intercambio de gases hace que se reduzca el aporte de oxígeno necesario para el normal funcionamiento muscular y, por otra parte, que se produzca una acumulación de CO2 con la consecuente somnolencia. De hecho, la falta de una aportación adecuada de oxígeno, y su sensación subjetiva, puede significar que cualquier pequeño esfuerzo resulte muy costoso para el paciente y puede provocarle una crisis disneica (dificultad para respirar).
Sistemas que participan al practicar ejercicio:
Durante la realización de ejercicio físico participan prácticamente todos los sistemas y órganos del cuerpo humano. Así el sistema muscular es el efector de las órdenes motoras generadas en el sistema nervioso central, siendo la participación de otros sistemas (como el cardiovascular, pulmonar, endocrino, renal y otros) fundamentalmente hacia el tejido muscular para mantener la actividad motora.
Las respuestas fisiológicas inmediatas al ejercicio son cambios súbitos y transitorios que se dan en la función de un determinado órgano o sistema o bien los cambios funcionales que se producen durante la realización del ejercicio y desaparecen inmediatamente cuando finaliza la actividad.
Si el ejercicio (o cualquier otro estímulo) persiste en frecuencia y duración a lo largo del tiempo, se van a producir adaptaciones en los sistemas del organismo que facilitarán las respuestas fisiológicas cuando se realiza la actividad física nuevamente.
Durante el ejercicio se producen modificaciones adecuadas y coordinadas en todo el organismo a nivel de los distintos sistemas funcionales. Ellos son:
- Cardio circulatorio
- Respiratorio
- Hematológico
- Endocrino
- Renal, entre otros
El sistema respiratorio en el ejercicio tiene tres funciones básicas:
- Oxigenar y disminuir la acidosis metabólica de la sangre venosa que está hipercápnica e hipoxémica.
- Mantener baja la resistencia vascular pulmonar.
- Reducir el paso de agua al espacio intersticial.
Se producen modificaciones a nivel de la ventilación pulmonar, difusión y transporte de gases.
Hacer muy poco ejercicio es perjudicial para nuestro sistema inmunológico, pero hacer mucho también puede tener efectos negativos. Hay que encontrar el equilibrio adecuado entre la actividad, la alimentación y el descanso.
Por lo tanto, si queremos tener menos resfriados durante el año, ¡a mover el cuerpo!