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Es indispensable la experiencia quirúrgica para un buen resultado.
Escrito para Fitness por Ana Cecilia Becerril
La Medicina Estética actual y sus constantes avances permiten realizar técnicas cada vez menos invasivas, con intervenciones más pequeñas y rápidas, con resultados más naturales, que permiten al paciente continuar con sus actividades habituales y sin que haya periodos de recuperación prolongados.
El efecto del sol, el paso de los años, la dieta y el estilo de vida son factores que contribuyen al envejecimiento, situación inevitable que puede ser corregida o disimulada por medios quirúrgicos y no quirúrgicos.
Los Hilos Tensores y de sostén, también conocidos como el lifting no quirúrgico del cuerpo y el rostro, es una de las técnicas por excelencia que permiten sin cortes ni suturas, sin cirugías, sin hospitalización ni anestesia, lograr un verdadero rejuvenecimiento del cuerpo y el rostro, preservando los rasgos y características naturales de cada persona, que es lo que más preocupa a los pacientes cuando consultan por la necesidad de lograr un cambio sin perder la expresión y la belleza propia de cada persona.
La medicina estética es un arte y la vía privilegiada de expresión para exaltar la belleza oculta detrás de algunas arrugas, la flaccidez o una piel sin brillo.
Los Hilos Tensores son una práctica que requiere poco tiempo de realización y se realiza en Consultorio. Es una técnica de fácil acceso que posibilita tanto a médicos como pacientes corregir las secuelas del paso del tiempo, recuperar la tonicidad de los tejidos sin necesidad de efectuar un procedimiento quirúrgico con un postoperatorio doloroso o que requiera la incomodidad de tener que parar las actividades de la vida diaria para la recuperación.
Hay que resaltar que hay diferentes técnicas y diferentes Hilos Tensores. Sin embargo, ninguno, necesariamente reemplazan a la cirugía pero si está probado y con miles de pacientes que ya los avalan en todo el mundo, que son una técnica excelente que colabora en la recuperación de la tensión de los tejidos en forma inmediata y a largo plazo.
Los hilos están indicados en muchos pacientes como tratamiento de prevención para el avance de la flaccidez por su acción de anclaje que puede retardar hasta en años o desechar finalmente la elección del paciente por un estiramiento quirúrgico.
Los hilos tensores pueden no estar indicados como técnica exclusiva de rejuvenecimiento en aquellos hombres o mujeres con marcados signos de envejecimiento, con excesiva flaccidez en la piel y arrugas, pero igualmente aportan un gran efecto tensor, mejorando el contorno del rostro, realzando pómulos y glúteos para todas aquellas personas que no desean acceder al quirófano y recurren a técnicas no invasivas para verse y sentirse mejor.
En estos últimos casos, donde la practica quirúrgica no tiene lugar, los Hilos tensores se abren paso como una opción intermedia de altísima utilidad, que puede ser complementada con la aplicación de Toxina botulínica y otros productos de relleno facial.
En general los hilos que se aplican son de polipropileno, un material perfectamente biocompatible con el cuerpo humano, que también se utiliza para otras intervenciones cardiovasculares y oftalmológicas.
La técnica es sencilla y consiste en la introducción de los hilos bajo la piel con una aguja guía, diseñada especialmente para este fin.
Hay Hilos especiales que están provistos de pequeñas espículas que son la característica esencial que les permite anclarse en el tejido celular subcutáneo.
Una vez introducidos, traccionan y se produce una natural estimulación de la estructura del tejido, obteniéndose así el efecto estiramiento en la zona tratada, ya sea el cuello, los pómulos, las cejas, los glúteos y brazos.
Existen otra variedad de Hilos, que cuya finalidad es buscar la tracción de la estructura muscular conocida como SMAS (sistema muscular aponeurótico superficial), el cual será traccionado por el hilo y posteriormente, este será fijado a la facia perióstica de huesos del cráneo.
Finalizada la intervención se observa un resultado y los cambios definitivos que tanto el profesional como su paciente persiguen, se deben esperar de dos a tres meses para que los hilos se asienten en el tejido y se acomoden en su efecto de anclaje.
Como todo procedimiento estético, hay un potencial, pero mínimo riesgo de enrojecimiento e inflamación, pasajeros, que durarán aproximadamente 10 días, en los cuales se deberá tener cuidado mínimo, de no asolearse ni hacer esfuerzos grandes, y que con analgésicos suaves y un antibiótico como preventivo, será un postoperatorio muy llevadero.
El médico deberá evaluar el tejido de cada paciente para una adecuada preparación de este y para las indicaciones posteriores de mejoramiento y revitalización.
Los hilos pueden ser usados en varias zonas del cuerpo: Cara (Estiramiento), cola de la ceja, orejas, Nariz (Rinoplastia) Parálisis facial, papada, brazos, ombligo, glúteos, elevación de la mama, etc.
Todo esto siempre previo a la valoración médica, ya que no hay que tratar de levantar más de dos centímetros de flacidez para evitar el pliegue indeseable de la piel.
La técnica para elevar los tejidos ptósicos empleando una cirugía mínimamente invasiva, genera actualmente mucho interés y ofrece importantes perspectivas cuando se busca corregir los signos del envejecimiento facial. En especial, el estiramiento con hilos y en particular la técnica que presentamos con una sutura convencional, realizada en un número importante de pacientes a los que se ha controlado hasta un periodo de dos años, avalan sus ventajas.
La técnica de estiramiento empleando una sutura quirúrgica convencional, se adapta perfectamente al perfil del paciente que busca alternativas a la cirugía del lifting tradicional quirúrgico con bisturí. Las variadas propuestas quirúrgicas que ofrecen mejorar la apariencia del envejecimiento facial tienen en la cirugía con hilos una oferta que, aunque no tiene los efectos del estiramiento tradicional, mejora la oferta del peeling y la de los materiales de relleno.
La ptosis de los tejidos blandos que ocurre por la acción de la gravedad y por el envejecimiento, es uno de los signos faciales que conllevan mayor defecto Antiestético. El estiramiento quirúrgico tradicional consigue corregir la ptosis eficazmente, pero es un procedimiento que reviste riesgos, exige que el paciente deje sus actividades diarias y tiene como inconveniente las cicatrices que deja. Frente a esto, la oferta del estiramiento con hilos constituye un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo.
El inicio del tratamiento de corrección facial puede estar indicado desde los 30 años, pero es muy demandada por pacientes mayores, de ambos sexos, con surcos acentuados en parpados, parpados caídos, mejillas de buldog, arrugas, depresiones, flacidez, glúteos poco voluminosos, y en pacientes que no puedan ser sometidos a estiramiento tradicional.
Esta técnica libra al paciente de post operatorios dolorosos, de semanas de reposo. Este puede incorporarse a sus labores de inmediato, evitando gesticulaciones reírse o hablar demasiado, debe evitar exponerse al sol y al calor durante cuatro días.
La valoración de los resultados, muy similar por parte de las pacientes y del médico, prueba la excelente relación existente entre la técnica de estiramiento con hilos practicada y el índice de satisfacción. La pequeña diferencia en la valoración, hacia menos, en el caso de las pacientes estaría relacionada con las expectativas que en ocasiones tiene el paciente con respecto a lo que puede obtener de la Cirugía Estética.
Sin duda, el entrenamiento quirúrgico para poder practicar la técnica de hilos es indispensable.
La experiencia se relaciona con la calidad de los resultados.