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Las intoxicaciones pueden ser crónicas o agudas y provocar desde vómitos hasta inconsciencia.
Escrito para Fitness por Ana Cecilia Becerril
Intoxicación, es la reacción del organismo a la entrada de cualquier sustancia que puede causar distintos tipos de lesiones o enfermedades, cuando el cuerpo ha sido expuesto a éstas.
El grado de toxicidad varía según la edad, sexo, estado nutricional, vías de penetración y concentración del tóxico.
Un tóxico es cualquier sustancia sólida, líquida o gaseosa, que en una concentración determinada puede dañar a los seres vivos.
Los tóxicos pueden ser muy variados; los encontramos en plantas, animales, serpientes, peces, insectos, microbios, en gases naturales y artificiales, en sustancias químicas e incluso en medicamentos que según la dosis pueden actuar generando un cuadro de intoxicación.
La intoxicación puede ser crónica por incorporación lenta de pequeñas cantidades de sustancia tóxica o veneno al organismo, a través de un lapso prolongado de tiempo; o aguda por el ingreso al cuerpo de una cantidad importante de veneno o toxina, que rápidamente da signos y síntomas de alteración.
Las intoxicaciones agudas pueden ser accidentales o involuntarias.
Los síntomas y signos de intoxicación son variados y dependen del tipo de sustancia que la provoca y de la vía de entrada.
Las náuseas, vómitos, diarrea, espasmos o cólicos intestinales son más propios de una intoxicación por vía oral.
La mordedura de insectos o serpientes podrán dar síntomas generales como fiebre, escalofríos, debilidad, pulso rápido, sudoración, pero también, principalmente en su inicio, darán síntomas y signos locales como dolor, hinchazón y edema en la zona de la picadura.
La exposición a tóxicos por vía respiratoria podrán dar síntomas de irritación de nariz, traquea y bronquios; tos, sibilancias y dificultad respiratoria, entre otros.
También se pueden diferenciar según el origen, intoxicaciones endógenas, las cuales son provenientes del interior del organismo, como cuando la insuficiencia orgánica no permite la eliminación de las toxinas del cuerpo y se almacenan originando la intoxicación.
Las intoxicaciones también pueden ser exógenas, provenientes del exterior, siendo éstas más comunes, debido al ingreso de sustancias extrañas al organismo por diversas vías: ingestión oral, respiración, piel y mucosas, intra venosos, etcétera, y el grado de intoxicación no sólo dependerá de la cantidad de producto sino del tipo de tóxico o veneno y de las características físicas de las personas que se han expuesto.
Por este motivo, ante la exposición de un grupo de personas a un mismo tóxico, generalmente estos se ven comprometidos en diferentes niveles de gravedad.
Las intoxicaciones o envenenamientos pueden presentarse por:
- Dosis excesivas de medicamentos o drogas.
- Almacenamiento inapropiado de medicamentos y venenos.
- Utilización inadecuada de insecticidas, plaguicidas, cosméticos, derivados del petróleo, pinturas o soluciones para limpieza.
- Por inhalación de gases tóxicos.
- Consumo de alimentos en fase de descomposición o de productos enlatados que estén soplados o con fecha de consumo ya vencida.
- Manipulación o consumo de plantas venenosas.
- Ingestión de bebidas alcohólicas especialmente las adulteradas.
Los tóxicos se pueden clasificar en: minerales, vegetales, animales y otros tipos de sustancias venenosas.
Los síntomas que deben ser tomados como señales que indican intoxicación varían dependiendo la naturaleza del tóxico, la sensibilidad de la persona y la vía de penetración del mismo tóxico, por lo que es importante observar cambios en el estado de conciencia, delirio, convulsiones, inconciencia, dificultad para respirar, vómito o diarrea, quemaduras alrededor de la boca, la lengua o la piel si el tóxico ingerido es un cáustico, mal aliento por la ingestión de sustancias minerales, pupilas dilatadas o contraídas, dolor de estómago, trastornos de la visión, visión doble o manchas, etc.
Ante cualquier intoxicación se debe facilitar eliminar el agente que está causando la intoxicación por la misma vía que ingresó; vía dérmica, vía oral, vía inhalatoria, vía parenteral y vía rectal.
Para ayudar a minimizar o imposibilitar la absorción de las sustancias, se utilizan diferentes técnicas de descontaminación.
Es importante señalar que hay que identificar perfectamente cuál fue el tóxico causante de la intoxicación para darle el tratamiento indicado ya que dependiendo de estos habrá sus contraindicaciones absolutas y relativas.
Siempre hay que tener a la mano los teléfonos de los centros de toxicología para que nos indiquen qué hacer.