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Algunas causas: un embarazo, ovario poliquístico, una anomalía en el cerebro.
Escrito para Fitness por Ana Cecilia Becerril
La menstruación es una hemorragia uterina normal, pero trastornos físicos u hormonales pueden causar una hemorragia uterina anormal. En la amenorrea no se produce hemorragia uterina.
La amenorrea es la ausencia completa de menstruación, ya sea porque nunca se haya presentado con anterioridad, (amenorrea primaria), o porque se haya interrumpido después de haberse presentado (amenorrea secundaria).
La ausencia de flujo menstrual es sólo normal antes de la pubertad, durante un embarazo, durante la lactancia y después de la menopausia.
La amenorrea puede producirse por una anomalía en el cerebro, la glándula hipófisis, la glándula tiroidea, las suprarrenales, los ovarios o en cualquier parte del aparato reproductor. Normalmente el hipotálamo una pequeña parte del cerebro localizada justo sobre la hipófisis indica a la glándula hipófisis que libere hormonas que, a su vez provocan la liberación de óvulos por parte de los ovarios.
En determinados trastornos, la producción anormal de ciertas hormonas hipofisiarias evita que se liberen los óvulos (ovulación) y puede alterar la secuencia de liberación hormonal que provoca la menstruación.
Así mismo los valores elevados o bajos de hormonas tiroideas pueden ser causa de amenorrea, reducir la frecuencia de las menstruaciones o impedir su inicio. En el síndrome de Cushing, la excesiva producción de cortisol, una hormona corticosteroide, por parte de las glándulas suprarrenales provoca la desaparición de la menstruación o que un ciclo menstrual sea irregular.
El ejercicio físico extenuante puede también suprimir las menstruaciones. Probablemente, el ejercicio origina una reducción de la secreción de las hormonas hipofisiarias que estimulan los ovarios, con lo que estos producen menos estrógenos y en consecuencia se interrumpe el flujo menstrual. La ausencia de menstruación también puede ser debida a trastornos del útero, como una mola hidatiforme (un tumor en la placenta) y el síndrome de Asherman (sustitución del revestimiento interno uterino o endometrio por tejido cicatricial por una infección o una intervención quirúrgica).
Algunas mujeres no alcanzan nunca la pubertad; por lo tanto, no se inicia la menstruación. Las causas incluyen un defecto de nacimiento que provoca un desarrollo anormal del útero o de las trompas de Falopio y ciertos trastornos cromosómicos (síndrome de Turner). Una causa muy poco frecuente es el seudohermafroditismo masculino, es decir, una persona que es genéticamente varón se convierte en mujer. Una niña que o muestra evidencia de pubertad a los 13 años o más, que no ha tenido la menstruación a los 16 o que no ha tenido ningún flujo menstrual a los 5 años de haber comenzado la pubertad debería ser examinada para descartar la existencia de cualquier problema médico.
Los síntomas varían según la causa de la amenorrea. Por ejemplo, si la causa es que no se alcanza la pubertad, los signos normales de ésta, como el crecimiento de las mamas, el vello púbico y el axilar y los cambios en la forma del cuerpo, estarán ausentes o sólo parcialmente presentes.
Si la causa es un embarazo, los síntomas son náuseas por la mañana y aumento del tamaño abdominal. Si los valores de la hormona tiroidea son altos, los síntomas son frecuencia cardiaca acelerada, ansiedad y piel caliente y húmeda.
El síndrome de Cushing hace que la cara tome un aspecto redondeado o cara de luna llena, el abdomen aumente de volumen y las piernas y los brazos adelgacen. Algunas causas, como el síndrome de Asherman, no dan síntomas y sólo se manifiestan en forma de una interrupción de la menstruación.
En el síndrome del ovario poliquístico aparecen algunas características masculinas, como el vello facial, el ritmo menstrual es irregular o incluso desaparece por meses, para después volverse a hacer frecuente por periodos muy cortos.
El diagnóstico se basa en los síntomas y en la edad de la paciente. Durante la exploración física, el médico puede determinar si la pubertad ha tenido lugar normalmente y también busca evidencias de otras causas de amenorrea.
Según la causa que sospeche, puede realizar varias pruebas, como medir los valores de hormonas hipofisiarias, de estrógenos, de hormonas tiroideas o de cortisol en una muestra de sangre.
También puede practicar una radiografía de cráneo para determinar si el espacio ocupado por la glándula hipófisis ha aumentado de tamaño debido a un tumor. Así mismo, la tomografía o una ecografía son útiles para localizar tumores en ovario o en glándulas suprarrenales.
Siempre que sea posible se tratan las causas específicas, como por ejemplo la extirpación de un tumor que produce hormonas. Sin embargo, no se dispone de un tratamiento eficaz para el síndrome de Turner u otra anomalía genética.
Si la menstruación nunca ha empezado y todas las pruebas resultan normales, se realiza un examen cada tres a seis meses para efectuar un seguimiento del avance de la pubertad.
Para ayudar a que se inicie el flujo menstrual, se puede administrar progesterona y quizás también estrógenos; estos últimos están indicados para inducir los cambios de la pubertad en las niñas cuyas mamas no se han desarrollado ni tienen vello púbico o axilar y que no pueden desarrollarlos de forma espontánea.
La menopausia es un trastorno en el que los ovarios dejan de funcionar y la menstruación cesa, y varía su presencia, entre los 45 y 55 años de edad.
La terapia sustitutiva con estrógenos puede evitar o revertir los síntomas de la menopausia.
En la menopausia los valores de estrógenos son bajos. El hábito de fumar puede hacer que la menopausia comience varios años o meses antes de lo normal.
Además de la ausencia de menstruación, la mujer con menopausia suele tener los trastornos comunes como sofocos, cambios del estado de ánimo.
La menopausia es el momento en la vida de la mujer en que cesa la función cíclica de los ovarios y la menstruación.
Siempre es bueno tener un seguimiento médico durante la etapa sexual activa y reproductiva, para que cuando llegue el momento de la menopausia, saber los niveles adecuados de hormonas a las que el cuerpo estaba acostumbrada y conseguir tener una buena terapia de sustitución que ayude a lidiar con los síntomas tan molestos que pueden ser en la menopausia.