Claro que hay tiempo, solo planea en qué momento y el lugar.

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 Por Antonia García Gómez

Tener una meta en mente es importante, ya que esto te permitirá tener en claro lo que debes hacer para lograrlo.

Conservar tu salud es una meta importante en tu vida, y puedes alcanzarla de manera cotidiana, y el integrar una actividad física a tu rutina diaria es la clave para mantenerte saludable.

En una entrega anterior te hable sobre la responsabilidad, la importancia que tienen las decisiones que tomas diariamente, por ejemplo, el ingerir alcohol de manera excesiva y las consecuencias que esto conlleva. En esta ocasión te sugiero hacerte las siguientes preguntas antes de decidirte a iniciar una rutina de ejercicio:

• ¿Por qué deseo ejercitarme?
• ¿Qué tipo de disciplina practicaré?
• ¿Qué beneficios fisiológicos obtendré?
• ¿La actividad que elegí es aeróbica o anaeróbica?
• ¿En qué lugar lo practicaré? ¿Está cerca de mi hogar u oficina?
• ¿A qué hora lo practicaré?
• ¿Qué tipo de ropa se requiere?
• ¿Está dentro de mis posibilidades económicas?

Pensarás que en lugar de animarte a ejercitarte para cuidar tu salud te desanimo con tantas preguntas, pero la idea real es que escojas lo que te gusta y que lo puedas practicar para que de esta forma, en primera instancia, no pierdas la motivación y en segunda seas constante para lograr tu objetivo.

Después de haber recreado mentalmente tu mapa de integración del ejercicio para mejorar tu salud, escribe tu meta y todo lo ya mencionado, te sugiero que el plazo te lo impongas a tres meses, ya que en este tiempo verás reflejados mayormente los avances.

No olvides y pierdas de vista que cada persona es única y tomes en cuenta lo siguiente:

• El tipo de cuerpo que poseas
• Tu alimentación
• Tu metabolismo
• Tu constancia
• Ejercicio en la vida cotidiana

He platicado con varias personas acerca del porqué no se ejercitan sabiendo los beneficios que obtendrán en su salud, la respuesta ha sido que no hay tiempo. 

Haz un recuento de tus actividades en el día y verifica si en realidad no tienes tiempo de incluir una hora diaria para cuidar tu salud practicando una actividad física, llena la siguiente bitácora: 

 

Horas a.m.	Actividad	Tiempo de realización	Anota el tiempo que puedes optimizar en alguna de tus actividades
6:00
7:00
8:00
9:00
10:00
11:00
Horas p.m.
12:00
13:00
14:00
15:00
16:00
17:00
18:00
19:00
20:00
21:00
22:00

Después de haber llenado la bitácora seguramente observarás que cuentas con tiempos “muertos” y que podrás reprogramar tu día de tal forma que le des una hora a tu rutina de ejercicio, a la cual deberás dedicarte completamente.

Te sugiero que incluyas el ejercicio aeróbico por lo menos tres veces a la semana  y practica el ejercicio anaeróbico como el trabajo con resistencia (pesas, mancuernas, barras).

Lo ideal para lograr mayores beneficios fisiológicos es la de entrenarte de cinco a seis veces por semana combinando este tipo de modalidades. Si en realidad tus labores diarias no te permiten hacerlo de cinco a seis veces a la semana trata de que mínimo sean tres veces, de esta forma aunque modestos, podrás obtener beneficios y sobre todo estarás en movimiento.

Busca ya sea cerca de tu casa u oficina el lugar para entrenarte: un parque, club o gimnasio, según tus posibilidades y horario.

Se tu mism@, se original, compite con tus mismos logros y enfócate a una meta real. Cuando vayas logrando pasos felicítate, ya que nadie mejor que tú sabrá lo que te está costando el adquirir el hábito del ejercicio.

No te dejes vencer por los antojos, que te llevarán a un incremento de peso, a las criticas de tu alrededor, a menos que sean positivas y mucho menos no estés inmóvil ¡párate! y ponte en movimiento que no te arrepentirás, únete al grupo de personas que ya han decidido cuidar su salud, hazte responsable de tu vida.

Recuerda, cuida tu cuerpo que es tu casa…