Sinusitis.  La sinusitis es la inflamación de unas cavidades que rodean la nariz y ojos; cuando dichas cavidades se infectan, se bloquean y se llenan de líquido. La sinusitis muchas veces aparece luego de un resfriado común o de una gripe, pero las alergias también pueden provocar síntomas de sinusitis. Además, diferenciar un resfrío común de una sinusitis no siempre es fácil. 

Los síntomas son:

  • Dolor en la cara

  • Tensión o enrojecimiento a los lados de la nariz o en la frente

  • Congestión nasal

  • Mucosidad amarilla o verdosa

  • Resfrío persistente

  • Puede haber fiebre

  • Dolor de cabeza

  • Malestar general

La mayoría de los pacientes mejoran después de tres a cinco días de comenzado el tratamiento, que incluye: 

  • Reposo en domicilio

  • No fumar

  • Estar en ambiente húmedo (vaporizador)

  • Abundantes líquidos

  • Tomar duchas calientes favorece que la nariz se desobstruya por la acción del vapor que se junta en el baño

  • Bajar la temperatura y calmar el dolor

  • Descongestivos

  • Antibióticos, a veces

Otitis.  La otitis es una infección de la parte interna del oído, generalmente causada por bacterias. Si bien es la infección bacteriana más frecuente en la infancia (sobre todo en menores de seis años) es muy importante diagnosticarla y tratarla correctamente para proteger el funcionamiento correcto del oído. 

Sus síntomas más frecuentes son:

  • Fiebre

  • Dolor de oído (otalgia)

  • Sensación de tener el oído “ocupado”

  • Oír menos (disminución de la audición)

  • Náuseas, vómitos y a veces diarrea

  • En lactantes pequeños, llanto como expresión de dolor, irritabilidad, dificultad para dormir, rechazo de la lactancia, tocarse los oídos

Los síntomas en general se dan en un solo oído. Es frecuente que aparezca una otitis después de haber padecido una infección respiratoria alta o durante ella, dado que los gérmenes pasan al oído a través de un canal (“Trompa de Eustaquio”) que conecta al oído con la garganta. El diagnóstico que puede hacer el médico debe ser confirmado mediante la consulta con especialista (otorrinolaringólogo) a través de una observación del tímpano (otoscopia). 

La mayoría de los pacientes mejora luego de dos días de tratamiento, que incluye:

  • Dormir con la cabecera elevada con un almohadón

  • Desobstruir la nariz frecuentemente; en los niños pequeños, poner gotitas de suero en las narinas (orificios de las fosas nasales) y aspirar los mocos con una pera de goma

  • Bajar la temperatura y calmar el dolor (vea al final “Medicamentos”)

  • A veces, antibióticos

Hay medidas preventivas, que pueden ayudar a evitar otitis en lactantes como: 

  • No fumar cerca de los niños

  • Amamantar los bebés la mayor cantidad de meses posible

Neumonía. Existen muchos tipos de neumonía, pero en general se define por un intenso dolor pleural al inspirar. Otro de sus síntomas característicos suele ser la tos, que en un principio es seca y que con el tiempo evoluciona hacia una mucosidad densa en la que en algunas ocasiones puede aparecer sangre. Considerada como una enfermedad grave y especialmente peligrosa para niños, mayores y personas débiles se recomienda la consulta con especialista (neumólogo), ya que su tratamiento requiere de vigilancia estricta hospitalización. 

Artritis. Tradicionalmente se ha asociado la llegada del invierno con la aparición de ciertas dolencias como la artritis reumatoide. Se considera que con el frío y la humedad se incrementa el riesgo de padecer enfermedades relacionadas con el sistema locomotor, pero esta idea no es del todo cierta, las bajas temperaturas, características del invierno, sí pueden agravar los síntomas de la artritis, pero en ningún caso constituyen el origen de esta u otras enfermedades reumáticas.

Dermatitis. Los fenómenos meteorológicos característicos del invierno, el frío, el viento y la humedad, contribuyen a resecar la piel. Por este motivo, hay algunas enfermedades de la piel que sólo aparecen en esta época del año.

La concentración urbana y la utilización de ambientes artificiales, tanto calientes como fríos, hacen que la incidencia de los problemas en la piel por las bajas temperaturas sea menor.

Sin embargo, en otros medios, como los rurales o los entornos donde se practican los deportes de nieve, siguen siendo frecuentes.

Los síntomas más visibles son la aparición de eczemas y sequedad que dan un aspecto agrietado y cuarteado en la dermis expuesta, especialmente en la cara, en las manos y otras zonas como las orejas.

La única solución a estos problemas es la prevención, evitando las bajas temperaturas con guantes y prendas adecuadas. El uso de cremas ayuda en esta protección, pero no es suficiente. 

Alergias. Siempre se han relacionado las alergias con la primavera; sin embargo, algunas personas manifiestan los mismos síntomas de esta patología durante el invierno.

Las investigaciones sobre alergias han revelado que hay pacientes sensibles a organismos típicos del invierno, como las partículas de vegetales que polinizan en esta época del año.

El único tratamiento que puede utilizarse son ciertos fármacos, para reducir el malestar de los síntomas, y en determinados casos se intenta prevenir el problema con sencillos consejos como evitar podar el jardín, acción que multiplica la concentración de estas sustancias en el aire.

En contra de lo que se pueda pensar, y a pesar de que cada año se identifican más procesos alérgicos que en inviernos anteriores, esta enfermedad no aumenta por la contaminación de las calefacciones o la mayor permanencia en lugares cerrados. 

Medicamentos 

Fiebre y dolor 

Si el paciente tiene fiebre siempre deben realizarse las siguientes acciones: 

  • Aplicar paños fríos y/o hacer baños reiterados con agua a temperatura más fresca que la del cuerpo del paciente.

  • Desabrigarlo (de ropa y frazadas) porque de lo contrario el exceso de ropas o mantas no permitirá que la temperatura baje, al no permitir la pérdida de calor.

  • Baños de por lo menos 15 a 20 minutos, con agua más fresca que la temperatura del cuerpo, tantas veces como sea necesario.

  • Medicamentos si el paciente tiene 38º o más

Para bajar la fiebre se pueden usar los siguientes medicamentos, prestando atención a las dosis y forma de presentación adecuadas para cada edad. 

  • Ibuprofeno

  • Dipirona

  • Paracetamol

  • Ácido Acetilsalicílico (en caso de menores de 12  años con prescripción médica) 

Estos medicamentos también calman dolores (de cabeza, musculares) y se usan en las mismas dosis y preparados que para bajar la fiebre.  

Dolor de garganta 

Para aliviar el dolor de garganta y la dificultad para tragar use, de acuerdo con la edad: 

  • Gargarismos: Amosan

  • Tabletas para disolver en la boca:  Graneodín

  • Sprays (aerosoles): Vantal bucofaringeo

Antigripales o descongestivos 

En niños mayores de 12 años y en adultos se pueden usar “antigripales” o descongestivos para aliviar la congestión de vías respiratorias altas: 

  • Afrinex infantil, coricidin F y pediatrico, Desenfriol D y desenfriolito, XL3, Tylex flu

Gotas nasales y oidales 

No use gotas en la nariz ni en el oído sin consultar a su médico 

Antitusígenos

Se usan para aliviar la tos seca que impide el sueño o es muy molesta. Deben usarse exclusivamente por indicación médica. 

Antibióticos

Siempre deben ser indicados por su médico. No utilice antibióticos que tenga en su casa o que le hayan indicado en otra oportunidad, sin consultar al médico.

Y la mejor recomendación es no automedicarse, abrigarse bien en época de frío, beber mucho agua y consumir alimentos ricos en vitamina C, como el limón, naranja, mandarina y miel.

primera parte

*Dra. Ana Cecilia Becerril Sánchez Aldana
Medicina General y Medicina Estética
currículum

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Fecha de actualización: 13/noviembre/2011

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